24 mar 2009

1.3.-El Espíritu Santo, Fuerza y Vida de la Iglesia


Podemos decir que en vida de Jesús se costituyó la semilla de la Iglesia, pero que germinó con la llegada del Espíritu Santo en Pentecostés. Es el nacimiento público de la Iglesia.
  • Pentecostés y la comunidad de los discípulos

El final dramático de Jesús escandalizó a los discípulos. La sitación varió después de su resurrección, y definitivamente, con el envío del Espíritu Santo el día de Pentecostés.

Después de esta experiecia, pasaron del miedo a la valentía de proclamar abiertamente la fe en Jesús resucitado.

A partir de ese momento empiezan a surgir y a crecer las comunidades cristianas.

  • El Espíritu Santo y la Iglesia

El don del Espíritu Santo es esencial para la vida de la Iglesia.

El Espíritu Santo en la Iglesia es como el alma en el cuerpo, es decir, lo que da vida a la Iglesia y la renueva.

  • María en la comunidad cristiana

La primera comunidad cristiana se reunía con María para orar.

María es miembro eminente y singular de la Iglesia. Ella es para la comunidad cristiana ejemplo de fe y caridad, y es considerada madre de la Iglesia.

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